Los cuatro enemigos de una persona
Cualquiera puede tratar de llegar a ser Hombre de Conocimiento; muy pocos llegan a serlo, pero es natural. Los enemigos que un hombre encuentra en el camino para llegar a ser un Hombre de Conocimiento son formidables, de verdad poderosos. Cuando un hombre empieza a aprender, nunca sabe lo que va a encontrar. Su propósito es diferente; su intención es vaga. Espera recompensas que nunca llegarán, pues no sabe nada de los trabajos que cuesta aprender. Pero uno aprende así, poquito a poquito al comienzo, luego más y más.Y sus pensamientos se dan de topetazos y se hunden en la nada. Lo que se aprende no es nunca lo que uno creía. Y así se comienza a tener miedo. El conocimiento no es nunca lo que uno se espera. Cada paso del aprendizaje es un atolladero, y el miedo que el hombre experimente empieza a crecer sin misericordia, sin ceder. Su propósito se convierte en un campo de batalla.
El miedo... Un enemigo terrible: traicionero y enredado como los cardos. Se queda oculto en cada recodo del camino, acechando, esperando. Y si el hombre, aterrado en su presencia, echa a correr, su enemigo habrá puesto fin a su búsqueda.
¿Qué le pasa al hombre si corre por miedo?
Nada le pasa, sólo que jamás aprenderá. Nunca llegará a ser un hombre de conocimiento. Llegará a ser un maleante, o un cobarde cualquiera, un hombre inofensivo, asustado; de cualquier modo, será un hombre vencido. Su primer enemigo habrá puesto fin a sus ansias.
¿Y qué se puede hacer para superar el miedo?
La respuesta es muy sencilla. No debe correr. Debe desafiar a su miedo, y pese a él debe dar el siguiente paso en su aprendizaje, y el siguiente, y el siguiente. Debe estar lleno de miedo, pero no debe detenerse. ¡Esa es la regla! Y llega un momento en que su primer enemigo se retira.
El hombre empieza a sentirse seguro de sí. Su propósito se fortalece. Aprender no es ya una tarea aterradora.
Cuando llega ese momento gozoso, el hombre puede decir sin duda que ha vencido a su primer enemigo natural...
¿Ocurre de golpe, Don Juan, o poco a poco?
Ocurre poco a poco, y sin embargo el miedo se conquista rápido y de repente.
¿Pero no volverá el hombre a tener miedo si algo nuevo le pasa?-
No. Una vez que un hombre ha conquistado el miedo, está libre de él por el resto de su vida, porque a cambio del miedo ha adquirido la claridad.: una claridad de mente que borra el miedo. Para entonces un hombre conoce sus deseos; sabe cómo satisfacer esos deseos. Puede prever los nuevos pasos del aprendizaje, y una claridad nítida lo rodea todo.
El hombre siente que nada está oculto….
“Las Enseñanzas de Don Juan” Carlos Castaneda
La única manera de parar ese torbellino de emociones y creencias fue repetir el Pase infinidad de veces hasta que mi cuerpo lo integró, me salía solo, sin pensar.
Estos párrafos, que he leído infinidad de veces, me “consolaban” cuando hace más de 4 años, la formación que estaba haciendo de Facilitadora de Tensegrity Level I, me enfrentaba ante el reto de transmitir el Pase de la Postura del Guerrero o The Warrior's Stance.Solo de pensar que tenía que ponerme ante un grupo de personas y ser yo la que “enseñe” me supuso enfrentarme a todo tipo de inseguridades con un diálogo interno interminable. Casualmente, ordenando unas cajas de una mudanza de hacía años, encontré, entre los papeles de mi padre, mis calificaciones del colegio, de mis 10-11 años. Tenía dos únicos suspensos, Inglés y Educación Física. Y justo me encontraba haciendo una formación en Inglés donde se empieza a mover el cuerpo aprendiendo una serie de movimientos, igual que en el cole y a mí me habían dicho que no era apta. La diferencia era que los movimientos de gimnasia eran solo movimientos y ahora estaba haciendo otra cosa, los Pases Mágicos, que nada tienen que ver con la gimnasia del colegio. Pero el “no apta” lo tenía grabado a fuego. La única manera de parar ese torbellino de emociones y creencias fue repetir el Pase infinidad de veces hasta que mi cuerpo lo integró, me salía solo, sin pensar. Me encontraba de pie sola en casa y mi cuerpo comenzaba a moverse.Leí las indicaciones de Cleargreen de cómo dar una clase y lo practicaba a diario hasta que llegó el día y muerta de miedo me vi ante 6 mujeres maravillosas y algo mágico pasó que nada tenía que ver con aquella niña del colegio. Y así hasta hoy, sigo mi formación, aprendiendo, practicando pases cada día y compartiendo. Porque siempre me ha gustado compartir lo que tengo, me gusta, me funciona, y me ayuda a superar mis limitaciones, miedos y me conduce a mis objetivos o metas.